¿Cómo reciclar las bolsas de papel?
Una de las múltiples ventajas que presentan las bolsas de papel es que se pueden reciclar con relativa facilidad. Y es que el material del que están realizadas estas bolsas se descompone fácilmente y permite la elaboración de nuevas bolsas.
En Bolsas de papel somos conscientes de este hecho y de lo importante que es; de ahí que hayamos redactado este artículo para compartir con vosotros la manera adecuada en la que se deben reciclar las bolsas de papel que tengas por casa. Presta atención y aplica desde hoy los pasos que te marcamos y contribuirás a la mejora de tu entorno.
¿Cómo reciclar las bolsas de papel?
Las bolsas de papel son muy útiles para transportar cosas de un lugar a otro. Da igual que las adquiramos como parte de nuestra compra en un comercio cualquiera o nos la entreguen en una celebración junto a un regalo. En todos los casos las bolsas de papel son productos que podemos utilizar cientos de veces e incluso darle una nueva vida empleando alguna de sus partes.
En bolsas de papel ya hemos compartido alguna vez ideas de reutilización relacionadas con efemérides o celebraciones dirigidas a grupos concretos de población; pues bien, ahora queremos abordar el reciclaje de este tipo de productos. Para que al final del ciclo sea el inicio de otro nuevo empleo de la bolsa.
Recuerda que, tanto en los casos de las bolsas de papel que ya no tienen posibilidad de alargar su vida, como los fragmentos que quedan tras reutilizarlas, las bolsas de papel deben depositarse en el contenedor azul. Este espacio es específico para papeles y cartones, y con los fragmentos que se depositan en su interior se genera nueva pasta de celulosa que servirá para generar nuevo papel. Y todo ello sin necesidad de talar árboles, lo que asegura nuestros bosques y posibilita la renovación de nuestro entorno.
Eso sí, recuerda que antes de depositarlas en este contenedor, hay que retirar las partes metálicas (si es que la bolsa los contiene) que acompañan algunas asas de cordones. Igual ocurre con fragmentos de otros materiales como telas, plásticos, goma eva, etc. que pueden llevar sobre alguna de sus caras. Esto no es papel, por lo que deben depositarse en otros espacios para promover su reciclaje siempre que sea posible.
En caso de que las bolsas que vamos a tirar estén manchadas de aceite o de cualquier otra sustancia, la realidad es bien distinta. Y es que en este supuesto hay que depositar la bolsa en el contenedor verde, en el que se depositan todos los productos orgánicos. Y es que al presentar esta anomalía ya no se puede integrar en el ciclo de reciclaje. Es la misma razón por la que en el contenedor azul no se deben tirar pañuelos de papel, papeles de cocina, servilletas, etc.
Todos ellos están impregnados (al menos a priori) de sustancias que mancharían o dificultarían la extracción de la celulosa del papel. Si las bolsas tienen ventanas de plástico, debemos separar ambas partes y colocar cada una de ellas en el contenedor adecuado. Es lo que ocurre, por ejemplo, con las bolsas de pan o aquellas que solemos emplear para botellas de aceite o vino.
Si a pesar de que la bolsa ya tiene varios usos, deseas seguir alargando su vida útil; puedes emplearlas para facilitar la maduración de fruta o verdura que hayas adquirido verde o que aún no estén lo suficientemente maduras. Basta con meter las piezas que queremos madurar en el interior de la bolsa y meterla en la nevera. En pocos días nuestra fruta estará lista para ingerir.
Recuerda que para poder conseguir este proceso de maduración la bolsa debe ser completamente de papel y debes cerrarla bien con ayuda de una pinza o una herramienta similar. De esta manera no facilitarás el intercambio de aire desde el interior hacia el exterior y viceversa, pudiendo facilitar la maduración.
Así pues, si quieres alargar la vida de tus bolsas de papel, no lo dudes y ponte manos a la obra. El planeta te lo agradecerá.